ya falta algo así como un mes, empiezan a llegar los regalos, cada vez quedan menos despedidas y lo más curioso de todo, es que cada día la boda para mi, es más urgente.
Siendo muy sinceros, yo cada vez entiendo menos a esas personas que me dicen que podrían volver a casarse, la verdad es que hay cosas increíbles, hay mucha generosidad y mucho cariño, pero hay una cantidad asombrosa de cansancio, de pendientes.
Sin embargo todo empieza a verse cerca, ya pasó la sesión de fotos previa y fue el preámbulo para un día encantador, a finales de abril será la prueba de maquillaje, mañana me entregan los lentes de contacto, y así, o sea cada vez vamos mejor.
Pero llueve, y estoy cansada y estoy absurdamente rota, la verdad no puedo quejarme, economicamente nos han echado muchisisisisisimo la mano y sin embargo los gastos siguen creciendo y creciendo y saliendo y saliendo, y yo, nada más no veo claro como le vamos a hacer, de donde va a salir la lana para tantas cosas que aún están pendientes y aunque mi cabeza dice que me debo de preocupar mucho más, algo dentro de mi , dice que todo saldrá bien, y citando a un personaje de shakespeare in love...
-pero ¿cómo?
-no lo sé, es un misterio.
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