En nuestro caso elegir la fecha fue muy sencillo, nosotros propusimos tres fines de semana, pero como el lugar ya estaba definido (por cuestión de costos), simplemente les preguntamos que fin de semana tenían desocupados y casualmente fue el fin de semana del 21 de mayo del 2011.
Una vez definido el lugar, me di cuenta de que no tenía la menor idea de que necesitaba para casarme, que no sabía que había que pensar, que ver, que contratar ni naaaada.
Así que, como primer paso, decidí ir al lugar donde iba a ser el evento y preguntarles a las coordinadoras de ahí de que iba una boda, Lulú me dio el mejor consejo que he recibido a la fecha en cuanto organización:
Preocúpate por cuatro cosas, si esas las resuelves, tienes lo único que realmente importa en una boda:
1.- el lugar, porque finalmente es donde va a ser y tienes que sentirte cómoda.
2.- la comida, porque eso va a hacer que tus invitados no se quieran ir por hambre.
3.- la música, porque es lo que te va a dar ambiente y permitir que tus invitados se la pasen bien.
4.- el fotógrafo, porque el se va a hacer cargo de los únicos recuerdos físicos que te van a quedar.
Y añadió que para elegir a mis proveedores me tenía que fijar, más que en lo buenos, o baratos, o famosos, o lo que fuera, en que me entendiera con ellos, porque cuando uno se va a casar se pone muy emotivo y cualquier roce se magnifica y si no te entiendes bien con tus proveedores todo acaba fallando.
Y hasta el momento he aplicado esa regla y estoy muy tranquila sabiendo que elegí a los mejores proveedores para mi.
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